LEYENDA JAPONESA DE LA SEMANA: EL ESTANQUE OMICHIARA .

Además de contar con algunas de las criaturas folklóricas más horribles, el país del sol naciente también alberga terribles historias sobre espíritus y fantasmas más actuales. Entre ellas se encuentran las conocidas leyendas urbanas, de las que ya  hemos hablado, o lugares encantados, como el fantasma de Kantei, la Casa Blanca japonesa que aterrorizó al presidente nipón que otro día se las traeré. 

En esta ocasión vamos a hablar de uno de los lugares más encantados del  país. Se trata del Estanque Omichihara, también conocido como Omichihara Pond, que está situado en un suburbio conocido como Owariasahi, al noreste de la ciudad de Nagoya (cuarta ciudad más grande de Japón, localizada en la prefectura de Aichi, en la costa del Pacífico de la isla de Honshū).

De acuerdo con la leyenda local, una mujer se suicidó ahogándose en el estanque hace ya unos 30 años. Desde entonces, los individuos que se atreven a adentrarse en el parque que rodea el estanque a altas horas de la noche, informan de la presencia de una figura extraña en las oscuras aguas del estanque y de ser acosados y vigilados por una mujer con una apariencia descuidada y despeinada. Se cuenta que al ver o al entrar en contacto con esta mujer, aparecerá en nuestro hombro una impresión de una mano mojada

Aunque la leyenda y las apariciones de la mujer ahogada son las más frecuentes, existen dos historias tenebrosas más. La primera de ellas implica la aparición de una mujer y un niño, frecuentando una cabina telefónica de la zona; la otra tiene de protagonista a una mujer que vaga, sin dirección aparente, por la carretera que se sitúa junto al citado estanque. Se dice que cuando esta mujer fantasmas está cerca, es más difícil caminar, como si estuvieras siendo arrastrado hacia ella. Entre los residentes de la ciudad se especula que los múltiples avistamientos pueden pertenecer a la misma mujer suicida de la primera leyenda.

Aunque este lugar se encuentra entre los más frecuentados de la prefectura de Aichi, hay muy poca información, por no decir ninguna, de incidentes o casos de suicidio en dicha área. El camino peatonal entre la carretera y el estanque, que ha estado ligado a múltiples incidentes de acecho y avistamientos de esta presencia fantasmal femenina, tiene un terreno desequilibrado. Aunque no es una cuesta muy empinada, requiere un esfuerzo adicional para recorrerla. Esto, ligado al mal olor provocado por las aguas estancadas y las algas podridas, una persona que visite el lugar durante la noche puede infligirse una sugestión que provoque las leyendas citadas. Ahora es tu turno ¿realidad o ficción?