lunes, 25 de junio de 2018

FILOSOFANDO CON PCHAN

No es la manera de ganar, sino la de levantarse al perder.



SHODO CALIGRAFIA JAPONESA



La caligrafía japonesa es concediera un verdadero arte, mas allá de escribir con un pincel y algo de tinta, la forma fluida con que se crea cada palabra y la dedicación que se emplean son todo un ritual que cuesta años aprender.

El Shodō o, “el camino de la escritura” tiene su origen en la caligrafía china, se ha practicado durante siglos hasta la actualidad, donde  se imparte como materia en los colegios. La caligrafía  como la ceremonia del té o el ikebana – arreglo floral-  es una más  de las expresiones  tradicionales japonesas íntimamente ligadas con el budismo zen, en que el objetivo no está en la creación sino en el proceso.

 Los  tres silabarios propios del japonés son utilizados en el Shodo, tanto el hiragana como el  katakana, al igual que los kanjis  son empleados con singular armonía. Fruto de un alto refinamiento la caligrafía requiere una gran precisión ya que cada carácter debe ser escrito sin pausa, siguiendo el orden de trazo específico.




Los materiales básicos utilizados para practicar Shodo son la tinta o sumi , el papel de arroz o washi , un soporte para colocar la tinta o suzuri  y un pincel o fude  y no han cambio desde sus comienzos cuando los samuraís aprendían caligrafía como parte de su entrenamiento – se compara la destreza del pincel con la de la espada-, y solo las personas de una elite elevada tenían acceso a tan sofisticada disciplina

Muy valoradas las obras de Shodo pueden costar varios cientos de yenes.  Los maestros calígrafos son contratados para que escriban manuscritos, plegarias, documentos oficiales o cuando se le da el nombre a un bebe y se quiere hacer el registro –un momento muy importante y solemne para los japoneses- que merece ser expresado a través del arte.

EL ARQUETIPO DEL VAMPIRO

lunes, 18 de junio de 2018

FESTIVAL HAKATA GION YAKAMASA


El Hakata Gion Yamakasa es un festival popular que se celebra del 1 al 15 de julio en Hakata, Fukuoka. Las celebraciones se concentran principalmente en los alrededores del santuario Kushida y las calles de Hakata, el centro neurálgico de Fukuoka.


Este festival es famoso por sus carrozas de bambú profusamente decoradas de una tonelada de peso, que 30 porteadores llevan por las calles de la ciudad… corriendo. Sí, lo habéis leído bien. Corriendo, lo que crea un ambiente sencillamente espectacular.

Siete equipos participan en la carrera principal, llamada Oiyama, siendo el ganador el que complete más rápido el recorrido oficial de 5 kilómetros. Aunque la velocidad es importante, los porteadores deben mantener un estilo estético y heroico mientras llevan a hombros la carroza.




Las protagonistas absolutas del festival Hakata Gion Yamakasa son las carrozas yamakasa, de las cuales se exhiben dos tipos a lo largo del festival: las carrozas kazariyama y las carrozas kakiyama.

Las carrozas kazariyama son carrozas fijas que miden aproximadamente 10 metros de alto y pesan unas dos toneladas. Por regla general representan escenas históricas o mitológicas de la cultura japonesa y fueron realizadas por los artesanos de muñecas de Hakata.

Las 14 carrozas kazariyama se exhiben en distintos puntos de la ciudad desde el 1 hasta el 14 de julio por lo que podéis verlas tranquilamente dando un paseo por el centro: tenéis su ubicación marcada en el mapa con el icono de Japonismo, para que os sea fácil localizarlas. Como excepción, las carrozas situadas en el santuario Kushida pueden contemplarse durante todo el año.



Por otro lado, las carrozas kakiyama son carrozas mucho más pequeñas, generalmente de unos 5 metros de altura y una tonelada de peso, y son las que se usan durante la carrera principal del día 15 de julio. Hay siete, una por cada barrio participante, y su particularidad es que no tienen ruedas ni clavos. Así, varios miembros del equipo llevan la carroza a hombros durante el recorrido mientras se echa agua delante para reducir la fricción entre la base de la carroza y el asfalto y refrescar a la vez a los participantes.

Antiguamente, las carrozas kazariyama eran las únicas carrozas que se construían y que los participantes cargaban durante la carrera principal del festival. Sin embargo, durante el periodo Meiji las calles de Hakata empezaron a tener un tendido eléctrico demasiado extenso y se decidió recortar la altura de estas carrozas, primero en 1883 y luego en 1910, hasta crear las carrozas kakiyama actuales, más pequeñas, y así evitar que se enredaran en los cables.

2 Simbolos de Full Metal Alchemist y su significado.

lunes, 11 de junio de 2018

PENSAMIENTO DE PCHAN PARA LA SEMANA

La felicidad no es la lluvia que cae del cielo, sino la llama que emana de tu interior.



LA COSTUMBRE DE QUITARSE LOS ZAPATOS EN JAPON



Quitarse los zapatos en Japón a la hora de entrar en casa, en el instituto, en algunos templos, restaurantes de estilo tradicional y ryokan, etc. es una de las costumbres más arraigadas y conocidas en Occidente.


En todas las casas japonesas, sin excepción, uno tiene que quitarse los zapatos en la entrada y entrar o bien descalzo (con o sin calcetines) o bien con unas zapatillas de estar por casa específicas (todas las casas suelen contar con zapatillas para invitados). Entrar en una casa japonesa o en otros lugares donde se indica claramente que debemos quitarnos los zapatos sin descalzarnos es una falta de respeto gravísima.


La entrada de la casa japonesa: el genkan
Al entrar en una casa japonesa lo primero que nos encontramos es un pequeño recibidor llamado genkan (玄関) cuyo suelo no es ni de tatami ni de parquet, sino de materiales fáciles de limpiar como el gres o piedra.

El genkan está un escalón por debajo del resto de la casa y es justo ahí donde nos quitamos y guardamos los zapatos.


Muchas casas tienen un pequeño armario para guardar los zapatos, pero si vamos como invitados, lo normal es que una vez hayamos subido el escalón, giremos los zapatos y los dejemos bien puestos en el genkan, es decir, mirando hacia la puerta, para que ya estén colocados cuando vayamos a salir y quede la entrada ordenada.



Mucha gente se sienta en el escalón para ponerse o quitarse los zapatos, no es de mala educación hacerlo (a veces es incluso necesario, por ejemplo si llevamos unas botas altas o unos zapatos con cordones), así que podéis hacerlo con total libertad.

Las zapatillas surippa
Para estar por casa podemos ir descalzos (con o sin calcetines), aunque lo común es utilizar unas zapatillas de estar por casa llamadas surippa (スリッパ), que viene del inglés slipper. Muchas casas suelen tener varios pares de surippa para invitados aunque éstas suelen ser todas del mismo tamaño (o básicamente dos tamaños, para chicos y para chicas).




En la casa japonesa: el baño
Al entrar al baño encontraremos unas zapatillas especiales llamadas toire surippa (トイレスリッパ). Así, tendremos que dejar nuestras zapatillas de estar por casa fuera y entrar en el baño con las zapatillas exclusivas del baño. Si vamos descalzos por la casa, tampoco podremos entrar al baño descalzos, debemos ponernos las zapatillas específicas. Esto es porque el baño es una zona más “sucia” y así se controla que la posible suciedad del baño no salga al resto de la casa.

                                      
Eso sí, al salir del baño, recordad dejar las zapatillas del baño dentro del baño y listas para la siguiente persona que deba utilizarlo y calzaros de nuevo vuestras surippa de andar por casa.

Esto ocurre en los baños de todas las casas japonesas así como en muchos servicios públicos también (aunque en las grandes ciudades cada vez menos).

En el colegio e instituto
Si leéis manga o veis dorama, habréis visto que en la entrada de los colegios e institutos también hay un gran genkan donde los estudiantes se quitan sus zapatos, los dejan en unas taquillas individuales y se ponen unas zapatillas especiales llamadas uwabaki (上履き), que son de goma flexible y sujetan bien el pie. Está claro que las surippa no aguantarían el movimiento de los niños y adolescentes corriendo de aquí para allá, así que por esa razón se utilizan estas uwabaki en vez de las surippa que se utilizan en casa.

Las uwabaki suelen ser blancas e iguales para todos los estudiantes de la escuela, aunque a veces pueden tener alguna marca de color dependiendo del curso del estudiante. Al ser individuales y exclusivas de cada alumno, tienen diferentes tamaños (como un zapato normal, vamos).


Las uwabaki sólo se utilizan para ir por dentro de la escuela con lo que los suelos de los pasillos y las clases suelen estar muy limpios.

Esta costumbre dura desde los primeros años de escuela hasta la universidad, donde los estudiantes ya no deben quitarse los zapatos para ir a clase.

En academias y oficinas
En la gran mayoría de oficinas, tanto del sector público como del sector privado, así como en muchas academias, es común quitarse los zapatos también al entrar y trabajar con unas zapatillas surippa.



Depende del caso, las surippa serán genéricas o individuales. Por ejemplo, en muchas academias de japonés encontraréis al entrar unas estanterías a modo de taquilla llenas de surippa para todos los estudiantes.

En muchas oficinas, sin embargo, es común que cada trabajador tenga sus surippa individuales, que guardará en su taquilla y se pondrá al llegar a la oficina. Así, es curioso ver a los hombres con traje y corbata y a las mujeres con falda y chaqueta, todo elegantes, pero luego calzando zapatillas de andar por casa.

En restaurantes, ryokan y onsen
En muchos restaurantes de estilo tradicional, es decir, restaurantes con suelo de tatami debemos quitarnos los zapatos al entrar, al igual que hacemos en casa.

Estos restaurantes también tienen un gran genkan en el que encontraremos unas grandes estanterías donde dejar nuestros zapatos. En muchas ocasiones, nos pondremos unas surippa tan sólo para andar por los pasillos hasta llegar a nuestra sala o mesa, donde nos quitaremos las zapatillas, las dejaremos enfrente de la puerta y entraremos a la sala de tatami descalzos.



Exactamente lo mismo aplica a la gran mayoría de ryokan, que son hostales de estilo tradicional con suelos de tatami y en onsen o baños termales, que dispongan también de salas para comer u hospedarse.

En los templos
Es frecuente que en muchos templos, a la hora de entrar al recinto interior, debamos quitarnos los zapatos. En muchas ocasiones podemos dejar los zapatos en la entrada, aunque en algunos templos lo normal es coger una bolsa de plástico que te ofrecen en la entrada y guardar los zapatos ahí (especialmente si se sale por una puerta diferente).

Muchos templos tienen surippa para sus visitantes, aunque es frecuente ir simplemente descalzo.

Y todo esto… ¿por qué?
Pues la razón es básicamente higiénica. Al quitarnos los zapatos no permitimos que la suciedad que se ha ido acumulando en las suelas de nuestros zapatos entre en la casa o en el recinto en el que vamos a estar.

En su origen, además, las casas japonesas tenían el suelo de tatami y no de parquet como es habitual hoy en día, con lo cual era mucho más difícil de limpiar. Con la modernización de las casas y los suelos la costumbre no se perdió y hoy en día sigue muy arraigada.

lunes, 4 de junio de 2018

PENSAMIENTO DE PCHAN PARA LA SEMANA

NANJURANAISA: Nos promete la pronunciación de un buen augurio para nosotros mismos. Significa NOSTALGIA FELIZ.


HANAMI EL ARTE JAPONES DE CONTEMPLAR LOS CEREZOS EN FLOR



Sakura es el nombre japonés de la flor del cerezo. Con la primavera, y durante un breve periodo de tiempo... los cerezos florecen. Los japoneses se reúnen en estas fechas para observar cómo florecen los cerezos, tiñendo de rosa los campos y contemplar el paisaje. Un espectáculo que se produce en las primeras semanas de la primavera... durante un corto espacio de tiempo. Hanami, el arte japonés de contemplar los cerezos en flor.


Hanami, en japonés, significa literalmente, ‘mirar las flores’. El hanami es una tradición delicada y poética, un arte... el de observar las flores. Y esta tradición de observar los cerezos se practica en Japón desde el siglo VII. Para los japoneses, este esperado acontecimiento anuncia el final de los rigores del invierno y simboliza el comienzo de una nueva etapa, mucho más fructífera.


Entre finales de marzo y principios de abril, durante apenas 10 días, florecen los cerezos... tiñendo el campo y el cielo de rosa y blanco. Cada año, las fechas varían ligeramente. Asimismo, a lo largo del archipiélago nipón, también cambian las fechas por las diferencias climáticas... en el sur de Japón los cerezos comienzan a florecer en febrero, y en el norte, en mayo. De hecho, hay quien viaja de sur a norte de Japón, siguiendo la floración de los cerezos. La agencia de meteorología japonesa, cada año, da indicaciones precisas de la fechas de floración en cada ciudad.


Los parques y templos de Kyoto, Osaka, Tokio, Nara... y muchos otros lugares... se llenan de japoneses que hacen picnic para observar a los cerezos en flor. Acuden las familias, grupos de amigos, y también grupos de trabajadores de empresas. Por un día, dejan el trabajo a un lado, y jefes y empleados se reúnen desde muy temprano para contemplar las flores.


Los japoneses aprovechan las flores del cerezo... por ejemplo para tomar un té con flor de cerezo con pastelillos de arroz:




Nosotros, sin embargo, preferimos esperar a que maduren las frutas... para poder preparar alguna de  deliciosa receta con cerezas.



                                                   



Anime recomendado: Sidonia