domingo, 28 de junio de 2015

PENSAMIENTO DE P-CHAN PARA LA SEMANA

Suceda lo que suceda en tu vida, no desistas, sigue avanzando nunca bajes los brazos..... Siempre encontrarás el sol de nuevo que te hará sentir fuerte y con ganas de andar de nuevo.

LEYENDA JAPONESA: YAMAMBA EL DEMONIO DE LA MONTAÑA

Imagina que tú y un amigo van de noche por una de las montañas de la isla de Japón, la oscuridad les rodea enormes árboles de rostros informes y ramas nevadas se levantan ante ustedes, han perdido el camino muchos kilómetros atrás, el mapa ya no sirve, empiezan a sentirte aterrados y con mucho frío.

Entonces la ven, es una figura borrosa entre los copos que caen a toda velocidad, parece ser una mujer que se mueve cerca de una formación rocosa, ambos se mueven tan a prisa como pueden mientras a cada paso sienten sus pies engarrotados que se hunden en el suelo cubierto de nieve.

Se acercan a ella, sabes que es tal vez su ultima oportunidad, esta de espaldas a ustedes a la entrada de una cueva entonces voltea y en ese instante saben que han cometido un error la terrible criatura salta sobre tu amigo y de un solo tajo arranca su cabeza, tú caes de espaldas y ruedas por el suelo.
Despiertas al otro día por la mañana, te preguntas si todo fue un sueño pero entonces ves que la delicada capa blanca esta cubierto de rojo y la cabeza de tu amigo, lo único que quedo de su cuerpo te mira desde el suelo como un horrible recordatorio de tu encuentro con Yamamba.

La leyenda japonesa de Yamamba (Yoma-uba) es una de esas leyendas que siguen teniendo presencia en la cultura japonesa. Un ser horrible capaz de devorar de un bocado a los caminantes extraviados en caminos y montañas.

Cuentan que este ser no es más que un alma atormentada fruto de los abandonos de ancianos que se sucedieron en Japón en épocas de hambruna. Otros aseguran que es un viejo demonio de la mitología japonesa que habita en el fondo de las montañas.
Es capaz de cambiar su aspecto dependiendo del momento, un arma que le confiere poder a la hora de atraer a sus víctimas. Pero su verdadero rostro es nauseabundo, una mujer demacrada y marchita con cabellos muy largos. Muchas veces se representa con una boca enorme que le cubre toda la cara, otras con una boca en la parte posterior de la cabeza capaz de tragarse a una persona en un instante.


Podrá por tanto atraer a sus víctimas con un aspecto atractivo, incluso convirtiéndose en la persona amada, o por el contrario podrá aparecer de repente sorprendiendo a las personas que deambulan por su morada y alimentándose de ellas.


Se dice también que es una experta en la elaboración de pociones y venenos, una bruja en toda regla que también podrá negociar con los humanos en un momento de desesperación. Accederá a dejarnos con vida o quizá realizar una poción mágica para nosotros, si somos capaces de traer una o varias víctimas de sustitución.
Aunque este cambio no está totalmente asegurado, todo dependerá del humor de Yamamba en ese preciso momento. Hay quien sostiene que precisamente ese humor variable es el que muchas veces hace que este ser efectúe acciones bondadosas en vez de atacar a los visitantes.


La presencia de esta leyenda en Japón es tal que en los años 90 se tomó el nombre del espantoso ser para dar nombre a una moda incipiente entre los jóvenes japoneses. Las yamamba son jóvenes que utilizan un maquillaje bastante extravagante. Se trata de chicas con un bronceado extremo en su piel que aplican un color blanco alrededor de sus ojos y labios (como si se tratara de una máscara). Además también se decoloran el cabello para alcanzar un rubio platino.



domingo, 21 de junio de 2015

PENSAMIENTO DE P-CHAN PARA LA SEMANA

Se aprende a ser feliz cuando al despertar no piensas en los problemas de ayer si no en el reto de hoy.

LEYENDA JAPONESA DE LA SEMANA: LAS CUATRO BESTIAS SAGRADAS.




En la mitología de Japón los Cuatro Puntos Cardinales están guardados por las cuatro Bestias Sagradas, animales de origen divino y cuyo origen encontramos en las representaciones chinas de las constelaciones, compartiendo algunos rasgos en ambas culturas. Su función en la cultura japonesa es la de proteger los cuatro costados de la ciudad de Kyoto, y en ella tienen diversos templos dedicados como muestra de su importancia.
                           

 Suzaku es el ave Fénix que guarda la ciudad de Kyoto desde el Sur y simboliza tanto el fuego como el Verano, siendo representado en la mayoría de ocasiones como un brillante pájaro de color magenta y cubierto de llamas. En la cultura de China se le conoce como el Ave Bermellón e incluso tiene su propia constelación en el cielo nocturno.

                        

 Genbu es el guardián del Norte y se le suele representar como una serpiente que se enrosca alrededor de una tortuga, simbolizando el elemento tierra y el Invierno. Dentro de la mitología china es conocido como la “Tortuga Negra” o el “Guerrero Negro” y para ellos representa la protección del hogar y la longevidad.

                                                  

 Byakko, cuyo nombre se puede traducir como “Luz Blanca” y que tiene el aspecto de un gran tigre blanco es el guardián del Oeste y representa la estación del Otoño y el elemento Aire. La tradición nos cuenta que es capaz de emitir un poderoso rugido con el que atrae las tormentas y tempestades. Dentro de la mitología china es el señor y amo de todas las bestias y que su blanco pelaje es muestra de su longevidad, ya que las leyendas dicen que cuando un tigre alcanza los 500 años de edad su pelo se vuelve completamente blanco.

                                


 Seiryu es un gran dragón de color azul que protege Kyoto desde el Este y representa tanto al elemento agua como a la Primavera. Una curiosidad sobre el Dragón Azul es que posee un templo dedicado (Kiyomizu) en cuyo interior hay una fuente de la que se debe beber a medianoche, tras lo cual comienzan las ceremonias nocturnas en su honor.






domingo, 14 de junio de 2015

PENSAMIENTO DE P-CHAN PARA LA SEMANA.

No des vuelta al pasado pues no lo puedes cambiar.  Que no te agobie el futuro: no sabes si llegará.  Disfruta y vive el presente, no lo dejes escapar porque una vez que se vaya ya nunca mas volverá.

LA LEYENDA DE LA SEMANA: BAKU EL DEVORADOR DE SUEÑOS

“ El sueño, esa siniestra aventura de todas nuestras noches, debemos decir que todos nos  vamos  a la cama diariamente con una audacia que sería incomprensible si no supiéramos que es el resultado de la ignorancia del peligro.

Los baku (comedores de sueños) son seres de la mitología japonesa, generalmente descritos como quimeras, con la cabeza de un elefante, el cuerpo de un caballo ,la cola de una vaca y las piernas y los pies de un tigre. Alternativamente, estas criaturas pueden parecerse mucho a cerdos y su color varia desde negro a rosa.
El baku es muy famoso por su habilidad de devorar sueños, y puede ser utilizado por personas en el medio de pesadillas siniestras, después de lo cual la criatura consumirá la visión y la fortuna mala que lo contiene. Cuando alguien tiene una pesadilla, puede hablarle aBaku dentro del sueño y él la devorará. A la noche siguiente solo hallarán buenos y reconfortantes sueños. Pero además de que es dicho también cazar los espíritus de la enfermedad y pestes.
La imagen del baku a menudo es mantenida por la cabecera como un talismán contra malos sueños y espíritus malos.
Quizás es uno de los yōkai más populares desde que los padres les dicen a sus niños que recen para que baku los proteja en los sueño.
 Esta bestia de la mitología japonesa era la encargada de comerse los sueños de las personas, saciando así su apetito y permitiendo conciliar el sueño al asustado soñador............  Cuando alguien despertaba en mitad de la noche de una pesadilla invocaba a esta entidad protectora. “Baku kurae!”, que traducido sería “¡Devora, oh Baku, el sueño maligno! ”. Esta frase se repetía por tres veces para que el Baku se llevase todo el miedo y acabando con la posibilidad de que la desgracia anunciada en el mundo onírico se realizase algún día en el real........ 
Aunque era capaz de hablar con voz humana, el Baku, o también conocido como el Shirokina Katsukami o Hakutaku, tenía forma de animal fantástico. Algunos dicen que se parecía a un tapir, pero Lafcadio Hearn, basándose en un libro antiguo cuyo título no proporciona, asegura que posee cuerpo de caballo, cara de león, trompa y colmillos de elefante, cola de vaca, frente de rinoceronte y pezuñas de tigre. Como puede colarse en los dormitorios atravesando las ventanas, se supone que su tamaño no supera al de una cabra o un perro grande.



 Al principio las funciones de esta entidad, cuyo origen se encuentra en el folclore chino, eran más amplias. Su imagen servía como talismán contra la peste y los malos espíritus, y por ello se esculpía en los montantes de las puertas o se dibujaba en cuadros que decoraban el interior de las casas.   Con el tiempo fue especializándose en los sueños maléficos, siendo venerado tanto por campesinos como por nobles. Se sabe que estos últimos colocaban el ideograma que representa su nombre en las almohadas de sus hijos, quienes así podían caminar sin miedo por los tenebrosos senderos de las pesadillas.


La mitología japonesa y las creencias en lo sobrenatural han dado ríos y ríos de tinta a la literatura de este país. Japón, además, es uno de los países que cuenta con más seres fantasmales dentro de su imaginario popular.
Según la superstición popular, las pesadillas son causadas por espíritus malignos. Existe una criatura proveniente del más allá llamada Baku, el devorador de sueños, que tiene el poder de anular los sueños.
                                                  
Cuando alguien se despierta en medio de una pesadilla dice: “Devora Baku, devora este mal sueño”. En el pasado se colgaban dibujos del Baku en las casas japonesas y se escribía su nombre en las almohadas. Se creía que el Baku, cuando devoraba las pesadillas, podía transformarlas, incluso, en buena suerte.





domingo, 7 de junio de 2015

PENSAMIENTO DE P-CHAN PARA LA SEMANA

MUCHAS VECES ES MEJOR LO QUE UNO SIENTE Y RECORDAR LO QUE UNO VALE.



LEYENDA DE LA SEMANA:EL ORIGEN DE LA MUERTE


La mitología japonesa cuenta que los primeros dioses decidieron crear a dos seres divinos, un dios llamado Izanagi y una diosa llamada Izanami. Estos seres divinos fueron los encargados de crear numerosas islas y más dioses que poco a poco llegarían a formar la tierra en la que vivimos actualmente.

Izanagi e Izanami tuvieron mucha descendencia, pero cuando la diosa engendró a Kagutsuchi (dios del fuego) pereció. Izanagi estaba totalmente desconsolado, amaba por encima de cualquier cosa a su esposa y no soportaba la idea de pasar el resto de sus días alejado de su mujer. Este fue el principal motivo por el que decidió viajar a Yomi (la tierra de los muertos).

Pronto llego al lugar donde se suponía que la encontraría, un sitio que al parecer no se diferenciaba del mundo terrenal nada más que por la absoluta y perpetua oscuridad. A pesar de la similitud con el exterior Izanagi comenzó a sentirse mal, echaba demasiado de menos la luz y los placeres terrenales.

Definitivamente ese lugar no estaba hecho para él. Se apresuró entonces a encontrar a Izanami y cuando la encontró le suplicó que volviera con él a la vida en la tierra. Izanami en respuesta escupió a su pareja, de esta forma quería indicarle que ya era demasiado tarde. Ella no quería moverse de Yomi, estaba bien allí y se había acostumbrado a la eterna oscuridad.

Izanagi de ninguna de las maneras pretendía aceptar la negativa de Izanami, así que continuó con su lucha por convencer a su esposa. Finalmente la diosa accedió pero antes suplicó a su dios que le permitiera dormir durante un rato sin entrar en sus aposentos. El nervioso dios no pudo soportar más tiempo en la oscuridad, necesitaba ver a su esposa, sentirla, tocarla.
Así pues, decidió entrar mientras esta dormía y encendió un peine como si fuera una antorcha. La visión que tuvo a continuación dejó completamente espantado al dios. Ella estaba completamente deformada, su carne estaba descompuesta, llena de gusanos. Sin duda alguna una imagen que dejó totalmente asqueado al dios que decidió salir corriendo del mundo de los muertos.
                                                
Izanami despertó y al ver el rechazo en la cara de su amado enfureció de manera violenta. Se dispuso a perseguirlo por todo Yomi con el único fin de matarlo. A esta persecución se sumaron las Shikomes salvajes o mujeres asquerosas, pero Izanami lanzó rápidamente su gorro transformándolo en uvas negras que frenaron de alguna forma el paso de estas, no obstante siguieron avanzando.

Ante el fracaso de su ataque, Izanami decidió lanzar su peine que se transformó en brotes de bambú parece ser que esto frenó a las Shikomes, no obstante, comenzaron a seguirle más seres horribles de Yomi. El dios comenzó a orinar en un árbol creando un río enorme pero de nada sirvió, posteriormente lanzó melocotones que tampoco sirvieron para detener la persecución pero lo ayudaron a llegar más lejos.

Izanagi llego exhausto a la puerta que separaba el mundo de los muertos del mundo terrenal, cruzó el umbral y cerró fuertemente la roca que los separaba. Ante tal desenlace Izanami gritó desgarradamente detrás del obstáculo, maldijo a su marido y le anunció que si no dejaba que saliera mataría todos los días a 1.000 hombres. Izanagi se enfureció con las declaraciones de su mujer y sentenció que si ella hacía eso él daría vida a 1.500 hombres al día. De esta forma fue como comenzó a extenderse la muerte por la tierra.