lunes, 9 de septiembre de 2019

EL AIKIDO




El Aikidō  es un arte marcial japonés muy popular en todo el mundo. Se trata de un arte filosófico y pacifico, que preserva las tradiciones y principios de las antiguas escuelas japonesas y la filosofía samurai..





El principal objetivo del aikidō es reducir al oponente sin dañarlo y sin humillarlo. Por lo tanto es totalmente correcto cuando dicen que en el aikidō se busca usar la fuerza del adversario contra sí mismo, sin atacarlo directamente. Es por eso que el aikidōka nunca iniciará el combate, ya que su técnica aparecerá sólo cuando un adversario lo intente atacar.

A través del ataque del adversario el aikidōka lo neutraliza volviéndose uno con él, y utilizando esa misma fuerza para reducirlo. Casi todas las técnicas son defensivas, y debido a que estas se ejecutan de tal manera, el aikidō puede ser practicado por gente de cualquier estatura, físico y fuerza. Y por eso claramente es un arte marcial que plantea la igualdad y la unión de los estudiantes.

El fundador del aikidō es Morihei Ueshiba (1883-1969), llamado respetuosamente por los estudiantes como “O sensei” (gran maestro). Fue un respetado artista marcial, que dedicó su vida al estudio de una infinidad de sistemas de combates tradicionales, incluyendo estilos de esgrima japonesa y lanza. Estuvo en el ejército, e incluso participó en la guerra Ruso-japonesa, lo cual le causó un importante despertar espiritual y una necesidad de búsqueda de paz.


Ha sido discípulo de grandes maestros de aquellas épocas, entre ellos del maestro Sokaku Takeda del estilo Daito ryu aiki jūjutsu. Este estilo fue muy importante para él, ya que basándose en este pudo desarrollar su propio arte marcial al cual luego de un tiempo llamó Aikidō. Su constante dedicación en la difusión de las artes marciales fue reconocida muchas veces por el gobierno japonés, y ha recibido varias condecoraciones, entre ellas la orden del sol naciente. También fue un gran conocedor de las religiones y la política.


Generalmente son cuatro armas la que se usan en la mayoría de las escuelas de aikidō. Una de ellas es el bokken: una réplica de katana en madera. Luego está el jō: un palo de aproximadamente 1.20m de largo, y el tantō: una réplica de espada corta o cuchillo. Por último está el wakizashi: una réplica de katana en madera un poco más corta que el bokken.

Para la práctica del aikidō los estudiantes visten con un keikogi. Se trata de una ropa de entrenamiento de color blanco que se utiliza en muchas otras artes marciales japonesas como el karate o el judō. El keikogi se compone por una chaqueta (Uwagi), un pantalón (Zubon) Y por ultimo un cinturón (Obi) que se ata por la cintura sobre el Uwagi. Los practicantes avanzados que tienen el cinturón negro visten además una hakama, que es un pantalón abombado típico como los que usaban los samuráis.

Y justamente estos sistemas pertenecen a las artes marciales antiguas de Japón, por lo que no sería raro decir que el aikidō preserva las distintas bases de los sistemas de combate samurai. También cabe destacar que O sensei fue modificando cada una de estas influencias en las técnicas a una versión más pacífica para adaptarlas al aikidō.

En el aikidō se utilizan técnicas defensivas de inmovilizaciones, palancas y proyecciones. Muchas se hacen con un “atemi” (golpe) para desequilibrar al atacante. También se practican técnicas con armas tradicionales como las que mencioné en el punto 3, y se entrena para aprender a caer correctamente sin lesionarse. Por otra parte las técnicas van acompañadas de distintos desplazamientos que sirven esquivar el ataque del oponente y entrar en su centro para inmovilizarlo o proyectarlo.

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