Cuenta la leyenda que en los alrededores de la ciudad de Tokio, vivía un viejo samurai que, a pesar de vivir en un cuerpo ajado por los años, poseía un gran conocimiento y sabiduría que había acumulado por su experiencia a lo largo de una vida llena de aprendizaje, escucha y respeto.
El viejo samurai continuaba meditando y aprendiendo. Contaba aún con discípulos a los que transmitía su sabiduría desde el respeto y el aprendizaje. Ellos lo apreciaban y respetaban y creían ciegamente en la leyenda que rodeaba al anciano: que a pesar de su avanzada edad, su espíritu sabio lo llevaría a la victoria en la lucha con cualquier adversario, por difícil que pudiera parecer.
Y así, un día llegó en su búsqueda un joven e inexperto samurai conocido por su falta de escrúpulos y de principios. Solamente pretendía vencerlo para alcanzar la fama y reconocimiento, pensando que aquel viejo podría suponer una victoria fácil. Y así lo retó de las más inapropiadas e irrespetuosas formas: le amenazó, le insultó, le intentó provocar, ridiculizar, e incluso llegó al extremo de escupir en su cara e insultar a sus ancestros, demostrando una actitud miserable y pueril.
El viejo samurai, en contra de lo que todos esperaban, se mantuvo sereno y sin responder a toda la provocación. Al final del día, el joven guerrero estaba exhausto de no recibir respuesta o reacción alguna y se retiró confundido y humillado sin saber muy bien qué hacer. Los alumnos extrañados preguntaron al viejo maestro el por qué de su reacción y de haber aguantado todo aquello.
-Si alguien llega hasta vosotros con un presente y vosotros no lo aceptais, ¿a quién pertenece el presente? - Preguntó a sus alumnos el sabio samurai
-A quien intentó entregarlo- Respondió un discípulo y el maestro repuso:
-Así es: ya sea un regalo como una injuria, insulto, rabia o calumnia, si no se acepta continuará perteneciendo a quien lo traía consigo.
ResponderEliminarbuena historia
jejejeje a mi me pitan la vieja en el carro y mientras espero en el semaforo que pase a verde .. me sofoco y saco toda la caja de lustre
le he fallado a la vida jejejeje