lunes, 12 de marzo de 2018

TRADICIONES DEL BAÑO EN JAPON


No todas las casas japonesas tenían bañeras en la antigüedad, razón por la cual se construían grandes baños públicos en el vecindario. Con la ayuda de aguas termales, éstos baños servían para que el pueblo nipón acudiera gustoso a relajarse, disfrutar de un baño caliente y socializar con sus vecinos. Fue una práctica muy común y muy disfrutada por los japoneses durante muchos años y que con el paso del tiempo ha continuado vigente, a pesar de que claro, hoy todos tienen duchas y bañeras privados en sus propios hogares. De igual modo, nuevos y también modernos baños públicos aún se construyen y funcionan en las distintas ciudades japonesas, dándole la oportunidad de continuar la tradición a quienes gustan disfrutar de un baño caliente y relajante en público.




La zona de baño está siempre diferenciada por dos ámbitos distintos: la zona de la ducha y la zona de la bañera. En la zona de la ducha es donde uno debe limpiarse bien antes de meterse en el baño. Para ello, hay que sentarse en un pequeño taburete de plástico o madera enfrente de un espejo y limpiarse y lavarse profusamente con una especie de telas o toallas que sirven de esponjas.
                                               

El tema del baño en Japón es extremadamente importante, y es que en Japón rinden cierto culto al baño. Ya sea en la cotidianidad del baño de casa, en la facilidad de los baños comunitarios o en la tranquilidad de los baños de aguas termales, los japoneses disfrutan del acto de bañarse, que casi se presenta como algo más que simplemente “lavarse” o “limpiarse”.

El baño japonés no tiene nada que ver con el baño occidental: hay una serie de pasos y normas que deben seguirse para que todos los miembros de la familia, la comunidad o los baños termales puedan disfrutar por igual de su baño. Por ello, es importante no sólo conocer estas normas, sino también los distintos tipos de baños que podemos disfrutar: el ofurō, el sentō, el ōnsen y el rotenburō.
La zona de baño está siempre diferenciada por dos ámbitos distintos: la zona de la ducha y la zona de la bañera. En la zona de la ducha es donde uno debe limpiarse bien antes de meterse en el baño. Para ello, hay que sentarse en un pequeño taburete de plástico o madera enfrente de un espejo y limpiarse y lavarse profusamente con una especie de telas o toallas que sirven de esponjas.


Para aclarar el pelo o el cuerpo de jabón normalmente tenemos dos opciones: utilizar el mango flexible de la ducha, mientras seguimos cómodamente sentados en el taburete, o llenar un cubo de agua y echárnoslo por encima. Sólo cuando estemos completamente limpios podremos meternos en la bañera y disfrutar de unos minutos de relajación.

Al entrar en el baño notaremos que todo el suelo puede mojarse, ya que el suelo tiene el drenaje situado en la zona de ducha. Por ello, la bañera puede estar completamente llena de agua, ya que si rebosa un poco no pasa nada, puesto que el exceso de agua cae por el drenaje de la ducha.
                                                       
                                                             El ofurō 



Para los japoneses, la hora del baño es un aspecto cotidiano del día a día, como puede ser comer o dormir. Es habitual que todas las casas, sobre todo de estilo oriental, dispongan de una sala de ofurō. En esta sala nunca encontraremos el lavabo, pues para los japoneses es impensable situar ambas cosas en una misma sala.
La bañera típica del ofurō es mucho más profunda que las occidentales, pero también mucho más pequeña. Su forma sirve, básicamente, para poder sentarse y que el agua nos cubra bien. Otro aspecto a tener en cuenta es la temperatura del agua, que es extremadamente caliente, al menos para los estándares occidentales y en casi todas las casas se mantiene el calor tapando la bañera una vez hayamos finalizado o con un sistema eléctrico que re-calienta el agua cuando la temperatura baja de unos determinados grados.
Ambas características hacen que el reciclaje o conservación del agua sea muy importante: todos los miembros de la familia se bañan en la misma agua, por lo que es muy importante que ésta se mantenga limpia y caliente.

                                                                    El sentō 




Para aquellos japoneses que no disponen de suficiente espacio en sus casas para tener un ofurō está el sentō. El sentō es un baño comunitario donde hombres y mujeres pueden ir a bañarse a diario, si quieren, pagando un módico precio.

La entrada de estos baños públicos siempre está marcada por una pequeña cortina, llamada nōren, en la que aparece la sílaba hiragana “yu” cuyo sonido significa ‘agua caliente’ y puede ser comprendida por niños y mayores .La entrada del sentō está dividida por sexos: a un lado los hombres, al otro las mujeres, aunque el interior suele ser bastante similar para ambos. Después de quitarse los zapatos, como harían en cualquier otro lugar, los japoneses dejan todas sus pertenencias en un armario cerrado, se desnudan completamente y sólo cogen una pequeña toalla para lavarse.
Seguidamente pasan a la zona de baño y al igual que en un ofurō, se sientan en los taburetes de la ducha y se lavan bien antes de meterse en la bañera. Mientras que muchos sentō de barrio disponen sólo de una única bañera, hay algunos otros que tienen varias, como por ejemplo, una bañera con hierbas aromáticas, otra de agua extremadamente fría, otra con pequeñas descargas eléctricas, etc.
Para muchos japoneses, sin embargo, ir al sentō no es sólo ir a bañarse; significa verse desnudos los unos a los otros, algo que supuestamente es clave y les ayuda a socializar. Por ello, muchos mayores piensan, preocupados, que los jóvenes van a tener problemas de socialización cuando les escuchan afirmar que les da vergüenza estar desnudos en el sentō de su barrio.






                                                                     El ōnsen 



Para los japoneses ir a los ōnsen, los baños termales naturales, es una experiencia única, digna de una escapada o unas vacaciones, y es quizá uno de los tipos de baños más conocidos por los occidentales que visitan Japón. Al contrario que los sentō, que son baños públicos con agua corriente calentada, los ōnsen son baños geotermales, es decir, naturales. Legalmente, además, su agua debe contener al menos uno de los 19 elementos químicos designados por el gobierno y tener una temperatura mínima de 25ºC para que puedan ser considerados como ōnsen.

En Japón, país de gran actividad volcánica, hay un gran número de ōnsen, la gran mayoría de los cuales se encuentran adjuntos a un hotel de estilo tradicional (ryōkan) o bed & breakfast (minshuku) o a grandes cadenas hoteleras en zonas volcánicas.

                                                                        El rotenburō 



El rotenburō no es más que un ōnsen al aire libre. Al igual que el ōnsen, son baños termales naturales pero en este caso, en lugar de estar en recintos cerrados se encuentran al exterior, rodeados de jardines, montañas y una naturaleza de belleza extrema. A la relajación del baño termal hay que sumarle, pues, la relajación que nos produce poder disfrutar de unas vistas maravillosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario