lunes, 17 de abril de 2017

LEYENDA JAPONESA DE LA SEMANA HANNYA


Existen diversos mitos en el folclore japones sobre la leyenda de Hannya.


Hannya es un personaje femenino, que expresa la tristeza y la ira provocada por los celos. Este es el motivo de que sea tan aterradora e incluso tiene cuernos. El demonio de los ojos fieros es uno de los principales personajes del teatro Noh.


Hannya la amante despechada, que obsesionada por el amor que siente hacia un clérigo cuyos votos impiden tener cualquier tipo de deseo hacia ella, logra encolerizar su espíritu, y ésta, presa del rencor, la rabia y la ira, acaba por convertirse en un demonio que sólo desea saciar su sed de odio dañando a todos cuantos le rodean.


Por todo ello, la máscara de Hannya es personificada como un ser sobrenatural, con afilados cuernos en la parte superior de la cabeza que brotan de su frente e imitan la cornamenta de un animal bóvido. Tiene unos ojos de color metalizado, con una amplia boca abierta que va de lado lado de las orejas. 



Tenemos que tener presente que a la hora de contemplar una máscara de Hannya debemos saber diferenciar el estatus social y que está representado en ese momento.



- La Shiro Hannya ( hannya blanca) es la más elegante. La piel es blanca, lo cual expresa los celos de la mujer noble.


-La Aka hannya ( hannya roja) tiene la tez ligeramente roja. Está a medio camino de la locura total. Su pelo empieza a estar embrollado.

-Kuro Hannya ( hannya negra) parece incluso más triste. Se ha vuelto completamente loca y se ha convertido en un demonio.



La Hannya roja y la negra están tan celosas que han perdido el control e incluso matan gente y se los comen por rencor. 


Los celos no son algo que puedas controlar. Sabes que no son buenos y que pueden convertir a una mujer en un demonio. Y si Hannya es uno de los personajes más importantes en el teatro Noh, eso demuestra que los celos han estado siempre ahí.

1 comentario:

  1. Los celos al igual que la sal en las comidas ; la cantidad justa le pondrá sabor ,..pero no te pases porque la arruinas...

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