Las primeras menciones sobre el Hitobashira o por su
traducción del japones al español "pilar humano", se muestran en el
segundo libro mas antiguo del Japon, el Nihonshoki, esta practica fue muy
popular en el antiguo Japon, y consta como lo da a entender su traducción de un
sacrificio humano, el cual era enterrado vivo o parcialmente vivo, ya sea
cerca, de bajo o en los cimientos de las grandes edificaciones de la época, como
sacrificio (Ikenie) a los dioses, en busca de su protección. Estos eran puentes o castillos, solo pocos edificios tenían el lujo de contar con un
sacrificio de este tipo.
Los hitobashira aparecen documentados por primera vez en el
Nihonshoki (uno de los libros históricos más antiguos de Japón), en un caso que
data del siglo IV cuando el emperador japonés Nintoku (257-399) ordenó
construir un dique para evitar el desbordamiento de un río; pero una parte del
dique había colapsado. Preocupado, el emperador Nintoku tuvo un sueño, en donde
un dios le aconsejó que sacrificara a dos personas y así calmar al dios del
río.
Una de las personas, lamentándose de su suerte, se lanzó al
río y se ahogó; y así cumplió con la mitad del designio del dios. La segunda
víctima fue más astuta y en lugar de arrojarse al río, lanzó dos calabazas las
que no se hundieron y al parecer hicieron desistir al dios del rio de inundar
el dique
Otra dice la leyenda que durante la construcción del castillo de
Matsue, los obreros se encontraron con un gran problema. El muro central de la
torre se derrumbaba cada dos o tres dias y era imposible estabilizar el edificio.
Los constructores estaban convencidos de que sacrificar a alguien estabilizaría
la construcción por lo que se dispusieron a encontrar a la persona correcta.
Eligieron a una doncella, hermosa y con dotes para el baile y la sellaron entre
los muros centrales. A partir de entonces el castillo se levantó sin ningún
incidente.
Por supuesto esto no podía terminar así y el castillo quedó
encantado automáticamente después de la muerte de la doncella. Hay quien afirma
que ha visto danzar a una doncella fantasmal en las inmediaciones del castillo…
Estos sacrificios eran para los ingenieros un tipo de
plegaria para sus deidades, esto era para evitar la destrucción, invasión,
toma, inundación o algún otro desastre o acción que pudiese causar deshonra al
edificio.Antes de colocar los cimientos, la víctima practicaba el seppuku
(se suicidaba clavándose un cuchillo en el estómago) y caía en el hoyo donde se
colocaría los pilares y encima de su cadáver, se colocaba el pilar. Con esto,
se decía que su espíritu se convertiría en el guardián de la casa.
Hay quienes dicen que el origen de la costumbre de que el
esposo cargue a la esposa el día de su matrimonio para entrar a una casa por
primera vez es para que no pise el umbral de la puerta; en donde se enterraban
a los hitobashira.
Un caso más actual es el del túnel Jomon, de la línea
ferroviaria Sekihoku JR en Hokkaido, en donde se encontraron muchos esqueletos
humanos enterrados en las paredes de este túnel, que fue construido en 1914.
Como consecuencia de un gran terremoto que destruyó una parte de este túnel, en 1968 se realizaron reparaciones y
encontraron el macabro hallazgo.
Pero, existe una teoría que trata de desmitificar esta
creencia, puesto que se dice que muchos de los trabajadores que construyeron
este puente, tenían la enfermedad de beri beri y fueron enterrados vivos cerca
de allí.
En 1980 se erigió un monumento conmemorando a estos obreros
caídos.
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