domingo, 14 de junio de 2015

LA LEYENDA DE LA SEMANA: BAKU EL DEVORADOR DE SUEÑOS

“ El sueño, esa siniestra aventura de todas nuestras noches, debemos decir que todos nos  vamos  a la cama diariamente con una audacia que sería incomprensible si no supiéramos que es el resultado de la ignorancia del peligro.

Los baku (comedores de sueños) son seres de la mitología japonesa, generalmente descritos como quimeras, con la cabeza de un elefante, el cuerpo de un caballo ,la cola de una vaca y las piernas y los pies de un tigre. Alternativamente, estas criaturas pueden parecerse mucho a cerdos y su color varia desde negro a rosa.
El baku es muy famoso por su habilidad de devorar sueños, y puede ser utilizado por personas en el medio de pesadillas siniestras, después de lo cual la criatura consumirá la visión y la fortuna mala que lo contiene. Cuando alguien tiene una pesadilla, puede hablarle aBaku dentro del sueño y él la devorará. A la noche siguiente solo hallarán buenos y reconfortantes sueños. Pero además de que es dicho también cazar los espíritus de la enfermedad y pestes.
La imagen del baku a menudo es mantenida por la cabecera como un talismán contra malos sueños y espíritus malos.
Quizás es uno de los yōkai más populares desde que los padres les dicen a sus niños que recen para que baku los proteja en los sueño.
 Esta bestia de la mitología japonesa era la encargada de comerse los sueños de las personas, saciando así su apetito y permitiendo conciliar el sueño al asustado soñador............  Cuando alguien despertaba en mitad de la noche de una pesadilla invocaba a esta entidad protectora. “Baku kurae!”, que traducido sería “¡Devora, oh Baku, el sueño maligno! ”. Esta frase se repetía por tres veces para que el Baku se llevase todo el miedo y acabando con la posibilidad de que la desgracia anunciada en el mundo onírico se realizase algún día en el real........ 
Aunque era capaz de hablar con voz humana, el Baku, o también conocido como el Shirokina Katsukami o Hakutaku, tenía forma de animal fantástico. Algunos dicen que se parecía a un tapir, pero Lafcadio Hearn, basándose en un libro antiguo cuyo título no proporciona, asegura que posee cuerpo de caballo, cara de león, trompa y colmillos de elefante, cola de vaca, frente de rinoceronte y pezuñas de tigre. Como puede colarse en los dormitorios atravesando las ventanas, se supone que su tamaño no supera al de una cabra o un perro grande.



 Al principio las funciones de esta entidad, cuyo origen se encuentra en el folclore chino, eran más amplias. Su imagen servía como talismán contra la peste y los malos espíritus, y por ello se esculpía en los montantes de las puertas o se dibujaba en cuadros que decoraban el interior de las casas.   Con el tiempo fue especializándose en los sueños maléficos, siendo venerado tanto por campesinos como por nobles. Se sabe que estos últimos colocaban el ideograma que representa su nombre en las almohadas de sus hijos, quienes así podían caminar sin miedo por los tenebrosos senderos de las pesadillas.


La mitología japonesa y las creencias en lo sobrenatural han dado ríos y ríos de tinta a la literatura de este país. Japón, además, es uno de los países que cuenta con más seres fantasmales dentro de su imaginario popular.
Según la superstición popular, las pesadillas son causadas por espíritus malignos. Existe una criatura proveniente del más allá llamada Baku, el devorador de sueños, que tiene el poder de anular los sueños.
                                                  
Cuando alguien se despierta en medio de una pesadilla dice: “Devora Baku, devora este mal sueño”. En el pasado se colgaban dibujos del Baku en las casas japonesas y se escribía su nombre en las almohadas. Se creía que el Baku, cuando devoraba las pesadillas, podía transformarlas, incluso, en buena suerte.





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