domingo, 12 de abril de 2015

LEYENDA JAPONESA. SADAKO SASAKI Y LAS MIL GRULLAS DE ORIGAMI.

Existe una leyenda japonesa en la cual si creas mil grullas de papel en origami podrás hacer realidad cualquier deseo, la grulla es considerada en Japón el símbolo de la paz como aquí es la paloma.
                                                       
En el momento de la explosión del 6 de agosto de 1945, Sadako tenía tan solo dos años y se encontraba en su casa ubicada a tan solo 1,7 km de la zona cero de la deflagración. Dado que la vivienda se incendió del mismo modo que todas las construcciones situadas en un radio de dos kilómetros, su familia tuvo que refugiarse en la casa de un familiar en Miyoshi, aunque por suerte, todos ellos lograron salir ilesos del bombardeo.
Dos años después pudieron comenzar a hacer vida normal e incluso abrieron una nueva barbería en la ciudad. Por su parte, Sadako se matriculó unos años más tarde en la Escuela Primaria de Nobori-cho y no tardó en destacar en atletismo. Su sueño era llegar a ser profesora de educación física, pero en noviembre de 1954 se empezó a encontrar mal y poco después le aparecieron una serie de puntos negros alrededor del cuello. Éstos derivaron en una hinchazón y a finales de enero le salieron una serie de manchas moradas que comenzaron a reproducirse en su pierna izquierda. Es entonces cuando le diagnosticaron leucemia, la« enfermedad de la bomba A», en el Hospital de la Cruz Roja de Hiroshima junto con el peor de los diagnósticos: le quedaba como mucho un año de vida. El 21 de febrero la ingresaron en ese mismo hospital.



En un día de tantos su amiga Chizucho le comento la leyenda de las mil grullas de papel, y es que según la leyenda si construyes mil grullas de papel en origami podrás hacer realidad cualquier deseo que tengas en el corazón.

Es así que Sadako desde ese día quiso curarse haciendo mil grullas en origami con sus propias manos, los días pasaron y poco a poco las grullas adornaban su rincón en el hospital, cuando había terminado de hacer la grulla numero 644 Sadako cerró los ojos para nunca más abrirlos, murió en octubre de 1955 y aun le faltaban muchas grullas para lograr su deseo.  
Sin embargo todos sus amigos y conocidos se conmovieron por la misión que Sadako se había propuesto así que simbólicamente completaron las mil grullas de papel para que el mundo tuviera esperanza, conociera esta historia y haya paz entre los pueblos.

Pasaron tres años de su muerte cuando la ciudad de Hiroshima le dedico una escultura de ella con una grulla en su mano, fue ubicada en el Parque de la Paz de Hiroshima y cada 6 de agosto en el Día de la Paz los niños cuelgan grullas en el monumento de Sadako para transmitir el mensaje de paz al mundo


















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