lunes, 28 de agosto de 2017

LEYENDA JAPONESA DE LA SEMANA BAKE KUJIRA



Se dice que esta extraña criatura habita en la costa de Shimane, ubicada en la región de Chūgoku, sobre la isla japonesa de Honshū. Su nombre significa “ballena fantasma“, y se piensa que es la encarnación del dolor y odio que las ballenas sienten hacia los cazadores de ballenas el país nipón, que como saben, históricamente ha realizado cazas masivas de este animal.



Esta ballena es descomunal y, según los relatos, tan solo está formada por grandes huesos. Viene acompañada siempre de extrañas aves y peces. Además, se dice que trae consigo “la maldición de la ballena“, que propicia la hambruna, la peste, incendios u otros tipos de desastres.

Es un de los peores encuentros que podría tener algún pescador de la antigüedad, ya que es todo lo contrario de lo que una ballena, por lo general, suponía para uno de estos balleneros. Para los antiguos habitantes de Japón, las ballenas eran poco frecuentes y muy importantes. Si una ballena era localizada en la orilla o en la playa, los pescadores daban muerte al animal. Este evento, que era muy raro, proporcionaba grandes cantidades de carne y recursos para el pueblo en cuestión, y era considerado un regalo de los dioses. La llegada de una ballena, atrapada en aguas poco profundas, podría suponer la salvación de un pueblo al borde de la inanición y la ruina.



Existen varias historias sobre encuentros con Bake-kujira, o relatos sobre “la maldición de la ballena”. La más conocida relata que en una noche de lluvia algunos pescadores, de la península de Shimane, fueron testigos de una enorme forma blanca en el mar. Observando con más detenimiento, llegaron a la conclusión de que se trataba de una ballena blanca. Los pescadores se pusieron manos a la obra y zarparon con lo necesario para dar caza al animal. Pronto llegaron a donde estaba la ballena y comenzaron a lanzar sus arpones; ninguno de ellos hirió al animal.

Una vez estuvo más cerca, a través de la oscura superficie del agua salpicada por la lluvia, se dieron cuenta de porque los arpones no hacían blanco. Lo que pensaban que era una ballena blanca, era en realidad una agrupación de huesos nadando en el mar; sin una pizca de carne. El mar cobró vida con extraños peces, y por el cielo extrañas aves nunca antes vistas. La ballena fantasma se volvió bruscamente y desapareció rápidamente en el mar. Los aldeanos comprendieron, aterrorizados, que la ballena se trataba de un Bake-kujira. La ballena fantasma nunca fue vista de nuevo, pero algunos pueblos de Shimane fueron azotados por la “maldición de la ballena”.



Otra historia, esta más reciente, relata los efectos de “la maldición de la ballena”. En 1950 el mangaka japonés Shigeru Mizuki trabajaba en una historia sobre el Bake-kujira. De pronto enfermó, y fue presa de una fiebre terrible, que solo se detuvo cuando decidió dejar de trabajar en la historia. Aseguró que su enfermedad fue causada por la maldición.

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