domingo, 13 de septiembre de 2015

LEYENDA JAPONESA DE LA SEMANA: AKANAME

                    


El AKANAME es un yōkai de la mitología japonesa. Su nombre significa Succionador de inmundicia.
                            


El nombre lo obtiene de AKA- mugre- y NAME- lamer-, ya que la obsesión del Akaname es chupar toda la inmundicia que encuentra en el baño.

                         


Se lo puede encontrar no solo en los baños, sino en las bañeras e incluso inodoros succionando con su larga lengua cualquier desperdicio que esté a su alcance. Generalmente están en baños antiguos y descuidados. En las noches, los sonidos extraños provenientes de baños, puede que en vez de unas cucarachas u otros insectos sea algún akaname.



                            


 Es un ser benévolo a pesar de su horrible apariencia y el sonido perturbador que produce su lengua al succionar la inmundicia. Cómo entran y salen a los baños no se sabe, pero qué importa si después de todo te realizan la limpieza. 
    
                          



Akaname es una pequeña yokai, duende habita sólo en los hogares más sucios y baños públicos. Es aproximadamente del tamaño de un niño o un adulto pequeño, aunque generalmente aparece mucho más pequeño debido a su postura hunching ( encordaba ). 


                               
                                         
Cuenta con una mata de grasa, el pelo viscoso en la parte superior de su cabeza. Su cuerpo está desnudo, la piel grasosa al igual como su cabello.

                               


 Akaname vienen en muchos colores y variedades, que van desde un oscuro moteado verde , al color rosa rojizo de escaras. 
                             


Vienen en dos variedades de un solo ojo y dos ojos, y pueden tener de uno a cinco dedos en sus manos y pies.

                            

 Todo Akaname tienen una lengua  extremadamente larga y pegajosa con la que lamen la inmundicia, la grasa, el pelo, y otra suciedad que se encuentra en casas de baño y detrás de los inodoros. Al igual que las cucarachas, ratas, piojos y otras plagas.

                    

 Akaname detestan hogares limpios y bien cuidados, y sólo aparece donde los propietarios muestran una total falta de disciplina sanitaria. Son tímidos y mantenerse alejados de los humanos, la dispersión de la luz, como las cucarachas. Se pueden propagar la enfermedad, sin embargo, por lo que es una buena idea para mantener los baños y casas lo suficientemente limpia para que un Akaname no desee establecerse.


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